Las enfermedades desmielinzantes corresponden a un conjunto de enfermedades que involucran un proceso inmuno mediado en el cual se produce una respuesta inmunológica e inflamatoria anormal y exagerada a nivel sistémico, dirigida contra el sistema nervioso central (cerebro- médula espinal- nervios ópticos) o el sistema nervioso periférico (raíces- nervios); es decir, el sistema inmune y células de defensa contra agentes externos extraños reacciona contra células y componentes propios. Esta reacción produce una inflamación que daña la mielina (vaina que rodea y aísla las fibras nerviosas), axones (prolongaciones o fibras nerviosas) y también las células especializadas que fabrican mielina (oligodendrocitos en el sistema nervioso central y células de Schwann en el sistema nervioso periférico).
La enfermedad desmielinizante más frecuente es la Esclerosis Múltiple.
Los cuadros clínicos más clásicos son:
- Neuritis óptica (visión borrosa, dolor ocular, alteración en la visión de colores)
- Síndrome medular (debilidad en extremidades, alteración del control de esfínteres y alteraciones sensitivas bajo el nivel de la lesión)
- Trastornos sensitivos (disminución de la sensibilidad u hormigueo)
- Debilidad en una o más extremidades
Existen distintas formas de presentación y evolución de la enfermedad; la forma más común (80% de los casos) es la llamada Esclerosis Múltiple Recurrente Remitente, caracterizada por múltiples episodios de síntomas de duración autolimitada (habitualmente semanas) con o sin secuelas asociadas, que en el tiempo podría transformarse en una enfermedad progresiva (Esclerosis Múltiple secundaria progresiva). Otra forma, menos frecuente, es la Esclerosis Múltiple progresiva primaria, caracterizada por síntomas y discapacidad que se acumulan y progresan en el tiempo. La edad de presentación en general es alrededor de los 30 – 35 años.