Carta SOCHEDEM
Señor Director:
La evidencia científica es clara y contundente sobre los beneficios del inicio de terapias de alta eficacia en pacientes con Esclerosis Múltiple Remitente Recurrente, especialmente cuando se inician en fases tempranas de la enfermedad. Dadas estas evidencias, no es requisito comenzar con tratamientos de primera línea en todos los casos, tal como lo establece la Ley Ricarte Soto actualmente, ya que ello solo somete a los pacientes a un riesgo innecesario de acumular secuelas y mayor discapacidad.
Por otra parte, la actual interpretación de la Ley Ricarte Soto no contempla una opción para garantizar la continuidad del tratamiento en aquellos pacientes que ya están recibiendo terapias modificadoras de alta eficacia. En consecuencia, muchos de estos pacientes se verían obligados a interrumpir su tratamiento o a desescalarlo, lo que podría generar consecuencias devastadoras, como el riesgo de recaídas graves, aceleración de la discapacidad y un incremento en los costos médicos a largo plazo, tanto en términos de hospitalizaciones como de cuidados especializados.
Es necesario que se revise y modifique la incorporación de la continuidad de tratamiento en la postulación a la ley, tal como ya se hizo en el pasado cuando se incorporaron nuevas terapias de alta eficacia, como Fingolimod y Natalizumab. Esta medida no solo mejoraría la calidad de vida de los pacientes, sino que también estaría alineada con las mejores prácticas nacionales e internacionales en el manejo de la esclerosis múltiple.
La salud y el bienestar de nuestros pacientes deben ser siempre la prioridad en las políticas públicas de salud.
Atentamente,
Directorio de la Sociedad Chilena de Enfermedades Desmielinizantes (SOCHEDEM)
Ramiro Fernández Calderón
Presidente SOCHEDEM
Fernando Molt Cancino – Vicepresidente
Mario Rivera Kindel – Tesorero
Carolina Pelayo Varela – Secretaria
Manuel Fruns Quintana – Ex Presidente